miércoles, 16 de marzo de 2011

MLB 2011:Radiografia de los equipos(1)


Arizona

A veces,para mejorar, la alternativa es restar. Esto es lo que han hecho los Diamondbacks de Arizona, que en los dos últimos años han estado en el pozo de su división.

Al transferir a Mark Reynolds a Baltimore y declinar renovarle el contrato a Adam LaRoche, Arizona se quitó de encima 372 de los 1.529 ponches que recibieron el año pasado -- a nueve por partido -- para acumular la cantidad más copiosa en las Grandes Ligas.

Hay más énfasis en el bateo de contacto y la defensa. El bullpen ha sido remozado casi en su totalidad tras ser el peor de las mayores, con una efectividad de 5.74 que superó por más de una carrera al siguiente rival. Justin Upton y Stephen Drew deben asumir que ya no son jóvenes en ascenso, sino jugadores plenamente establecidos.

La marca de 65-97 en 2010 fue la tercera peor en las mayores, por detrás de Seattle y Pittsburgh. Fue la tercera campaña seguida con pasos hacia atrás tras lograr en 2007 el mejor récord de la Liga Nacional con 90-72.

"Ya nadie se acuerda del año pasado, yo no", dijo el receptor venezolano Miguel Montero. "Está en el pasado, ahora sólo se piensa en el futuro".

Pese a los pésimos resultados, el nuevo gerente general Kevin Towers considera que los Diamondbacks pueden sorprender en el impredecible Oeste de la Nacional.

"Será duro. Será complicado. El Oeste de la Nacional ha sido la división más volátil de los últimos tiempos y creo que contamos con un equipo con varios excelentes jugadores", afirmó Towers.

El hombre que estará a cargo será Kirk Gibson, quien inicia su primera campaña completa como manager y ha dado el aviso que quiere un equipo que juegue con intensidad.

Gibson ha armado su batallón de coaches con varios ex jugadores como él. Tales son los casos de Charles Nagy para los lanzadores y Don Baylor con los bateadores.

Las tareas de Baylor tal vez sean las que generan el mayor desafío al tratar de imponer la disciplina en el plato.

Dentro de los que repiten en el equipo, el segunda base Kelly Johnson fue el que más bases por bolas recibió con 79, pero fue se ponchó en 148 ocasiones.

En el caso del jardinero central Chris Young, sus 145 ponches menguaron el impacto de 27 jonrones y 91 remolcadas.

Johnson, Young, el jardinero central Upton (.273, 17 jonrones y 69 impulsadas), el campocorto Drew (.278, 15, 61) y Montero (.266, 9, 43) integran un talentoso núcleo joven.

La inicial y el jardín izquierdo, en tanto, son puestos que no tienen un dueño definido. El cubano Juan Miranda y Brandon Allen disputan la titularidad en la primera base, mientras que el venezolano Gerardo Parra y Xavier Nady se repartirán turnos en el izquierdo.

También han llegado varios jugadores veteranos, entre ellos los venezolanos Henry Blanco y Melvin Mora, con el declarado propósito de imprimirle madurez y jerarquía al club.

Blanco será el mentor de su compatriota Montero, en tanto que Mora cubrirá el agujero dejado vacante por la salida de Reynolds.

Para salir a flote lo vital será el desempeño de una rotación abridora que tiene a Joe Saunders, Daniel Hudson e Ian Kennedy como sus tres bazas principales.

Las otras dos plazas están abiertas en una lucha que incluye al venezolano Armando Galarraga, quien quiere demostrar algo más que la fama de su casi juego perfecto con Detroit el año pasado. Zack Duke y Barry Enright son los otros aspirantes.

Es un quinteto en el que Saunders es el más joven a sus 19 años. Pero el dueño del gran potencial es Hudson, quien logró foja de 7-1 y 1.69 de efectividad en 11 aperturas tras llegar procedente de los Medias Blancas de Chicago en el canje por el también abridor Edwin Jackson.

J.J. Putz es el nuevo cerrador, con David Hernández, Kam Mickolio y Joe Paterson como preparadores.

San Diego
Suena a disco rayado, pero la cruda realidad en las Grandes Ligas es que la paridad económica no existe entre sus 30 equipos. Unos pueden gastar desproporcionadamente, mientras que otros deben medir sus cuentas meticulosamente.

Esta relación se pudo palpar al desnudo cuando los Padres de San Diego tuvieron que desprenderse de Adrián González, el rostro de la franquicia que tenía el factor sentimental de haber nacido en la misma ciudad.

Con la agencia libre encima y una nómina que ronda en los 45 millones de dólares, los Padres entendieron que no estaban en condiciones de poder pagarle al inicialista mexicano lo que iba a aspirar en cuanto a salario.

No tuvieron otra alternativa que transferirlo a los Medias Rojas de Boston, un equipo con una chequera más rica, a cambio de un trío de prospectos.

Y así tal cual se fue González, el hombre que en las últimas cuatro campañas había promediado 34 jonrones y 104 impulsadas.

El hueco que dejó es enorme. En un equipo que fue la gran sorpresa en 2010, al figurar primero en el Oeste de la Liga Nacional con 90 victorias, González fue el líder en promedio de bateo (.298), jonrones (31) e impulsadas (101).

En la era post González, la consigna o consuelo del equipo es que ahora son más completos y diversos en su alineación.

También prefieren recordar que, incluso con González a bordo, quedaron en el puesto 28 de las mayores tanto en promedio como en slugging.

San Diego comandó su división durante 131 fechas y no fue hasta el último día de la temporada regular en el que fueron eliminados al quedar a dos juegos de los Gigantes de San Francisco, los eventuales campeones de la Serie Mundial.

Black, quien fue consagrado como el Manager del Año, tiene varios rostros nuevos. Brad Hawpe es quien reemplazará a González en la primera base. También llegaron el intermedista Orlando Hudson, el jardinero central Cameron Maybin, el campocorto Jason Bartlett, el infielder Jorge Cantú y el abridor Aaron Harang.

Estos se suman a un grupo que repite con el antesalista Chase Headley, el receptor Nick Hundley y los jardineros Ryan Ludwick y Will Venable.

"Se nos fue el gigante que teníamos en el corazón del lineup. Eso no se reemplaza con facilidad y no se puede hacer con alguien en particular", destacó Hudley. "Tiene que ser del primero al noveno en la alineación, con los 25 de nuestro roster completo. Creo que es valioso tener eso, en vez de depender de sólo uno".

"Nos gusta el grupo que se ensamblado", dijo Black. "Estamos muy entusiasmados con varios de los nuevos muchachos que tenemos, especialmente entre los jugadores de posición. Somos diferente un poco, pero esto es lo normal en esta era".

Para volver a estar en la lucha por los playoffs, los Padres esperan una mejor producción de varias piezas.

Venable bateó para .245 con 13 jonrones y 58 remolcadas el año pasado, mientras que Headley (.264, 11, 58) y Hundley (.249, 11, 58) tampoco brillaron en demasía.

Ludwick no rindió como se esperaba tras llegar en un canje con San Luis, apenas con promedio de .211 con seis jonrones y 26 producidas en 2009 turnos. Ya han pasado tres campañas desde que en 2008 fue el Juego de Estrellas, una campaña en la que alcanzó marcas personales con sus 37 jonrones y 113 impulsadas.

A largo plazo, el desafío es encontrar un toletero con las características de González. Hawpe es un reemplazo interino, ya que Anthony Rizzo, prospecto adquirido en el canje con Boston, está demasiado verde para subir a las mayores.

Hawpe, pilar de los Rockies de Colorado que perdieron la Serie Mundial de 2007 y seleccionado para el Juego de Estrellas en 2009, viene de cuatro campañas seguidas con por lo menos 20 jonrones. Su posición natural es la inicial, pero la presencia de Todd Helton en ese puesto le obligó a irse a los jardines.

Se suponía que Maybin iba a ser el jardinero central de los Marlins, pero nunca cuajó en los Marlins por su debilidad por el ponche, 92 en 221 turnos el año pasado, y débiles números de embasado.

Los puntos fuertes de los Padres están en su defensa y pitcheo. Su porcentaje de fildeo de .988 les ubicó como los mejores de las mayores y fueron segundos en efectividad acumulada de lanzadores con 3.39.

Mat Latos emergió como la estrella de la rotación con foja de 14-10 y 2.92 de efectividad. Clayton Richard (14-9, 3.75) y Wade LeBlanc (8-12, 4.25) son dos fiables zurdos. Harang es un agente libre que podría beneficiarse de lanzar ahora en un estadio espacioso. El quinto hombre es Tim Hauffer, quien puso efectividad de 1.85 como abridor y relevista.

El relevo cuenta con Heath Bell, quien registra 89 rescates en las últimas dos campañas. Mike Adams y el colombiano Ernesto Frieri (1.71 de efectividad en 33 salidas) son los principales preparadores.

Sin González, las posibilidades de repetir un año como 2010 son remotas, pero San Diego ha puesto los pilares para un futuro brillante.

Angelinos

Carl Crawford, Adrián Beltré, Jayson Werth y Rafael Soriano. ¿Qué tienen en común estos jugadores que fueron agentes libres? Todos aparecían en la lista de deseos de los Angelinos de Los Angeles y ninguno firmó con el equipo californiano.

Fue un receso de desaires para los Angelinos, que en 2010 quedaron fuera de los playoffs por apenas tercera vez en nueve años al completar su primera temporada con saldo negativo (80-82) desde 2003.

Los Angelinos tienen un dueño que no titubea a la hora de gastar -- Arte Moreno -- pero no fue hasta enero que pudieron hacer algo significativo, así que la afición comenzó a alarmarse.

Y la crítica no fue favorable cuando lograron concretar la adquisición del jardinero Vernon Wells en un canje con los Azulejos de Toronto en el cual cedieron al guardabosque venezolano Juan Rivera y al receptor Mike Napoli.

El contrato que Wells firmó con Toronto ha sido uno de los más cuestionados en tiempos recientes por una producción que nunca ha estado en sintonía con el compromiso de 126 millones de dólares por siete años.

Los Angeles quedó como responsable de los cuatro años y 86 millones pendientes en el contrato de Wells, cuyo desempeño declinó en 2009 pero repuntó el año pasado al sacudir 31 jonrones y producir 88 impulsadas.

Tal vez la recuperación plena de un jugador que ya tenían en sus filas -- y que se perdió casi todo el año pasado -- pueda ser la más importante adición.

Se trata del primera base Kendrys Morales. El cubano acababa de disparar su décimo primer jonrón de la campaña, un batazo con las bases llenas para definir un juego el pasado mayo, cuando se fracturó la pierna izquierda en una celebración en el plato.

Pese a la decepción de 2010 y lo discreto que fue el invierno, el manager Mike Scioscia afirmó que cuenta con el equipo más talentoso de sus 12 años al mando.

Palabras fuertes si se considera que sus Angelinos habían ganado tres títulos de división seguidos y cinco de seis antes del retroceso del año previo.

"Ahora tenemos un mejor equipo que en cualquier momento del año pasado", declaró Scioscia.

Pero también depende de ciertos factores y el principal es un Morales al ciento por ciento.

"Es crítico poder contar con Kendrys Morales en el medio del orden ofensivo", indicó el piloto.

Donde los Angelinos son fuertes es que pueden presumir de la mejor rotación abridora en el Oeste de la Liga Americana.

Jered Weaver y Dan Haren son las dos cartas principales, junto con el dominicano Ervin Santana y el puertorriqueño Joel Piñeiro. El zurdo Scott Kazmir podría ser señalado como el punto débil.

Weaver (13-12, 3.01) fue el líder de ponches en las mayores con 233 y se constituyó como un legítimo as, pero fue víctima frecuente de una defensa floja. Los Angelinos quedaron 24 entre 30 equipos en cuanto a porcentaje de fildeo.

Tras llegar en un canje en la fecha límite, Haren cerró con marca de 4-0 y 1.70 en sus últimas ocho salidas. Santana lideró al club con sus 17 victorias, mientras que el sinker de Piñeiro (10-7, 3.84) no perdió efectividad al cambiar de liga.

Los Angelinos pudieron reforzar su bullpen, que era un rubro prioritario. La llegada de los zurdos Scott Downs y Hisnori Takahashi, junto con Kevin Jepsen, debe darles más variedad.

El dominicano Fernando Rodney sigue como el cerrador, pero bajo la lupa tras malograr siete de 21 oportunidades de rescates. Si arranca mal, Downs, Jepsen y el novato Jordan Walden podrían suplantarle.

La importancia de tener a Morales sano es poder emplearlo en la inicial y no dejarlo como bateador designado al inicio de la campaña.

Esto podría alterar los planes de Scioscia, que prefiere a Bobby Abreu como designado, con Wells en el jardín izquierdo, a Torii Hunter en el derecho y a Peter Bourjos en el central.

Es llamativo que Hunter y Wells, quienes entre los dos acumulan nueves Guante de Oro por patrullar el central, ahora estarán en las esquinas.

Scioscia ha indicado que el orden ofensivo se vislumbra con el intermedista Maicer Izturis (.321 de embasado) y Abreu (.352 de embasado, 20 jonrones y 78 remolcadas), ambos venezolanos.

La parte medular tendrá a Morales, Wells y Hunter.

La pieza flexible sería el torpedero dominicano Erick Aybar, aunque Scioscia prefiere usarle como noveno al bate. El promedio de Aybar mermó de .312 a .253, mientras que su embasado decayó de .356 a .306.

El veloz Bourjos tiene el talento para ser un excelente primero al bate, pero deberá mejorar el promedio de .204 en 181 turnos que registró al debutar el año pasado.

La receptoría estará en manos de Jeff Mathis, quien llegó a tener un promedio de .324 al 19 de abril. Pero se lesionó una costilla al tratar de bloquear un lanzamiento, se perdió nueve semanas y acabó con un .195.

Scioscia puede decir que su equipo está más fuerte a los de años anteriores, pero la impresión es que los Angelinos han sido desplazados por los Rangers de Texas como mandamases de la división.

Seattle

Hay un tono diferente en estos Marineros de Seattle después de sufrir su segunda campaña de 101 derrotas en tres años. No quieren recurrir el cliché de que son un equipo "en renovación", más bien prefieren hablar de expectativas moderadas.

La peculiaridad de Seattle en 2010 fue contar con el pitcher con menos victorias --Félix Hernández-- que gana el premio Cy Young y con la peor ofensiva de todas las Grandes Ligas.

Sí, los Marineros fueron últimos entre los 30 equipos en: promedio de bateo, slugging, carreras anotadas, jonrones, etcétera, etcétera, etcétera.

"Nadie niega que lo del año pasado fue decepcionante", declaró el gerente general Jack Zduriencik. "Pero eso queda atrás. Pasaron cosas que nos decepcionaron a todos .... Ya quedó como historia y tenemos que seguir adelante".

La catastrófica campaña dio pie a varios cambios, el principal de ellos con la contratación de Eric Wedge como el séptimo manager de la franquicia desde 2003. Pero muy poco se hizo en cuanto a apuntalar la ofensiva, si es que las adiciones de Jack Cust y Miguel Olivo caben en esa categoría.

Wedge estuvo un año sin dirigir en las mayores tras haber sido despedido por los Indios de Cleveland, a los que condujo a una victoria de ir a la Serie Mundial en 2007.

Su empeño es revivir a los Marineros, que desde 2001 no asoman la nariz en la postemporada.

"A veces hay que dar un paso atrás para entonces dar dos hacia adelante", afirmó Wedge cuando inició sus funciones. "No quiero fijar plazos. Estos a veces pueden tomar tres meses, seis meses o un año, también puede ser menos". La bendición de los Marineros es poder tener al vigente Cy Young de la Liga Americana, que apenas cumplirá los 25 años en el primer mes de la nueva campaña. Y quizás no exista mejor lanzador para echar adelante el proyecto que el "Rey Félix", quien disfrutó un receso de euforia total tras convertirse en el segundo venezolano en obtener un Cy Young, emulando a Johan Santana.

Los requerimientos públicos tras recibir el laurel le complicaron sacar tiempo para entrenarse, pero se las arregló.

Y llegó asumiendo plenamente que tendrá otro nivel de jerarquía dentro del equipo, ahora un líder. "Entiendo el compromiso que tengo (y) es algo que quiero hacer para ayudar".

Hernández confiará en que la ineptitud de los bates de Seattle no se repita y no quedarse con tan sólo 13 triunfos. Aunque parezca mentira, el venezolano tuvo 11 partidos en los que no ganó pese a permitir dos carreras limpias o menos.

Hace un año, Seattle sacaba pecho con un 1-2 de Hernández con Cliff Lee. Ahora, el número dos de la rotación se llama Jason Vargas, un zurdo de 28 años que viene de una decorosa campaña en la que cerró con marca de 9-12 y efectividad de 3.78.

Doug Fister y Michael Pineda, un prospecto dominicano de 22 años que promete mucho, asoman para la rotación. También cruzan dedos que el zurdo Erik Bedard conjure el mal de las lesiones y se gane un puesto.

El bullpen, con una efectividad colectiva de 4.43, no fue un manojo de garantías y para colmo echarán de menos al cerrador David Aardsma (69 salvados en los dos últimos años), que se perderá el inicio de la temporada tras operarse de un desgarro en la cadera. Entre Brandon League, Chris Ray y Manny DelCarmen saldría un reemplazante mientras Aardsma completa la recuperación.

Lo malo es que no hicieron nada de impacto para inyectarle vigor a la ofensiva, ya que la parte ejecutiva mantuvo igual la nómina en los 95 millones de dólares.

El receptor Olivo vuelve siete años después de haber desafinado. El dominicano (.269 y 14 jonrones con Colorado) es evidentemente superior a Adam Moore (.195) en cuanto a lo que alguien detrás del plato puede aportar ofensivamente.

También llega Cust (13 jonrones y 52 impulsadas con Oakland) para aportar más paciencia como el bateador designado.

Una constante que alcanza los 11 años es la presencia Ichiro Suzuki en el bosque derecho, quien en las anteriores no ha fallado en llegar a los 200 hits por campaña.

El venezolano Franklin Gutiérrez (.245 y 65 remolcadas) es posiblemente el mejor jardinero central defensivo que hay, pero se espera más con el madero.

Michael Saunders estará en el jardín izquierdo y es una incógnita. Si Milton Bradley resuelve sus líos legales, entonces podría sacar a Saunders de su puesto.

Con la salida de José López, Chone Figgins (.259) dejará la intermedia y volverá a su habitual puesto como tercera base.

No hay nada definido para el nuevo ocupante en la segunda base, con una lucha entre Brendan Ryan y el prospecto Dustin Ackley.

Alguien que provoca entusiasmo es Justin Smoak, la pieza vital que consiguieron en la transacción con Texas por Lee. Smoak, perfilado para jugar en la inicial, bateó para .481, con tres jonrones y nueve impulsadas, en sus últimos ocho juegos con los Marineros el año pasado.

Atlanta
Algunos la describen como la sucesión sin traumas, otros prefieren tildarle como el perfecto cambio de guardia.

Los Bravos de Atlanta orquestaron el adiós de Bobby Cox sin que ninguna nota desafinada, algo encomiable debido al inmenso impacto que puede ejercer alguien que había sido ininterrumpidamente su manager desde 1990 y con más de 2.500 victorias.

Cox hizo el anuncio de su jubilación con más de un año de anticipación, dando rienda suelta a homenajes en cada ciudad de la Liga Nacional. Lo mejor de todo fue que Atlanta logró volver a los playoffs.

La posta fue entregada a Fredi González, quien previamente había sido el coach de la tercera base de los Bravos entre 2003-06 y el único candidato que el club consideró seriamente.

"Bobby Cox siempre será el alma de este equipo", dijo el cubano González, cuyo despido como piloto de los Marlins de la Florida a mediados del año pasado le dejó abierta las puertas para reemplazar a su mentor. "Lo que hizo fue retirarse y nada más".

González recibe una buena herencia, un club que se clasificó a la postemporada con el comodín y que no se cansa de esculpir su propio talento.

Su principal prioridad en la pretemporada ha sido mejorar la defensa, luego que el equipo cometió 126 errores en 2010, apenas uno menos que el máximo total en las mayores.

Los Bravos se reforzaron con la adquisición de Dan Uggla, el único intermedista en la historia con cuatro campañas de por lo menos 30 jonrones.

También destaca el regreso de Chipper Jones, el tercera base de 38 años que anhela con volver a una Serie Mundial antes de pasar al retiro.

Hay jóvenes repartidos en varias posiciones clave.

El jardinero derecho Jason Heyward no defraudó en su año de novato y ahora el nuevo prodigio es el primera base Freddie Freeman.

¿Falta un cerrador tras el retiro de Billy Wagner? Craig Kimbrel (22 años) y Jonny Venters (25) se repartirán la responsabilidad. Kimbrel ponchó a 40 en algo más de 20 innings y dejó efectividad de 0.44, mientras que Venters abanicó a 93 en 83 entradas con 1.95 de efectividad.

Y la rotación, que en 2010 acumuló 3.80 de efectividad, está en buenas manos. Sus líderes son los veteranos derechos Tim Hudson y Derek Lowe, ganadores de 17 y 16 juegos el año pasado. Hudson logró la sexta mejor efectividad del circuito con 2.83.

Los que siguen son tres brazos que no pasan de los 25 años: Tommy Hanson (10-11, 3.33) y Jair Jurrgens (7-6, 4.64), mientras que el quinto puesto sería para el zurdo Mike Minor (3-2, 5.98) en ocho aperturas.

¿Será este el último año de Jones en las mayores? Cuando su temporada del año pasado llegó a su fin en agosto por una lesión en la rodilla izquierda, Jones pareció desalentado.

"Cuando se habla de los Bravos de Atlanta, se habla de Chipper Jones", dice González.

Los Bravos esperan una recuperación similar a la vez anterior que Jones se lesionó la rodilla. Eso ocurrió cuando era un novato prometedor en 1994 que pintaba para jugar en el jardín izquierdo. Al año siguiente, en su primera campaña completa, Jones conquistó su único campeonato en el Clásico de Otoño.

A Jones le quedan dos años de contrato y los Bravos han sido cuidadosos en su rehabilitación, con el plan de usar al venezolano Martín Prado ocasionalmente en la antesala para que tenga más respiro en la campaña.

Con la llegada de Uggla, Prado tuvo que pasar al bosque izquierdo tras el mejor año de su carrera, en el que alcanzó hitos personales en jonrones (15) y anotadas (100), además de salir como titular en el Juego de Estrellas.

Bajo la lupa estará el jardinero central de Nate McLouth, de momento como primero al bate. McLouth precisa redimirse tras un pésimo año (.190 de promedio y .298 de embasado). Este no fue la clase de jugador que los Bravos adquirieron de los Piratas de Pittsburgh, el de los 26 jonrones, 94 impulsadas y 23 robos en 2008.

Jones, el catcher Brian McCann (.269, 21, 77), Uggla y Hayward (.277, 18, 72) conformarán la parte medular del ataque, con el torpedero venezolano Alex González (.250, 23, 88) y Freeman cerrando.

Apenas 34 días separan las fechas de nacimiento de Heyward y Freeman, considerados como los rostros del futuro de los Bravos junto a los lanzadores Hanson y Julio Teherán, un colombiano señalado en los 10 mejores prospectos en las menores.

Dar como favoritos a los Filis de Filadelfia para revalidar como campeones en el Este de la Liga Nacional es algo automático, pero estos Bravos tienen los recursos para reescribir el guión.

Florida
Todo el mundo habla de los cuatro ases de los Filis de Filadelfia y de la admiración que despiertan en la competencia.

Los Marlins de la Florida, rivales directos de división, piensan que la clave es no dejarse intimidar por esos lanzadores y están convencidos de que pueden pelear de tú a tú con cualquiera en el Este de la Liga Nacional.

"Tenemos una actitud ganadora, una tradición. Sin importar los obstáculos, vamos a tratar de competir y salir triunfantes", afirmó el presidente del club Larry Beinfest.

Pero los Marlins saben que el interés se ha centrado en los cuatro hombres que conforman la rotación de Filadelfia. Roy Halladay con sus dos premios Cy Youngs, entre ellos el último. Cole Hamels, el Más Valioso de la Serie Mundial de 2008. Roy Oswalt con tres asignaciones para el Juego de Estrellas. Y, claro está, la llegada de Cliff Lee, el pitcher más cotizado en el pasado receso.

Los Marlins tendrán que luchar fuerte para alcanzar el primer lugar, al considerar que el año pasado quedaron a 17 juegos atrás de los campeones Filis y perdieron 13 de los 18 juegos que disputaron contra ellos. También fueron las víctimas de un juego perfecto de Halladay en mayo.

"Es una gran rotación, lo tienen todo", declaró admirado Aníbal Sánchez, abridor venezolano de Florida. "Pero nosotros también contamos con excelentes lanzadores. Esto es pitcheo a pitcheo ... Ellos no van ganar todas sus salidas".

Algo a tomar en cuenta es que cinco de las 13 derrotas que sufrieron ante los Filis fueron por el margen de una carrera.

No es una osadía el optimismo de Florida. También pueden presumir de tener a uno de los mejores serpentineros en las Grandes Ligas, Josh Johnson, quien durante buena parte de la pasada campaña sonó fuerte en la discusión del Cy Young al redondear marca de 10-3 y recetar 141 ponches en sus primeras 20 aperturas.

Johnson acabó con la mejor efectividad del circuito con 2.30, pero el equipo interrumpió su campaña el 4 de septiembre cuando se hizo evidente que se había quedado sin fuerzas.

Fue así que se propuso trabajar denodadamente en su acondicionamiento físico y el resultado fue presentarse a los campos de entrenamientos más fuerte y con menos peso, con lo que espera no acusar las molestias en la espaldas y hombro que acortaron su campaña.

La rotación de los Marlins está repleta de derechos: Johnson, Sánchez, Ricky Nolasco, Chris Volstad y el recién llegado Javier Vázquez.

Sánchez viene de una campaña en la que lanzó 195 innings, luego que cubrió casi 168 en las tres anteriores.

Después de fracasar estrepitosamente en la Liga Americana con los Yanquis de Nueva York, el puertorriqueño Vázquez vuelve a los confines de una liga en la que siempre le ha ido mejor. Prueba de ello es su efectividad de 4.02 cuando ha lanzado en la Nacional frente al 4.62 de la Americana.

Esta temporada será la última de los Marlins en el Sun Life Stadium, parque en el que la costumbre fue verlos jugar con muchos asientos vacíos. Su nuevo estadio, en la Pequeña Habana de Miami, abrirá puertas el próximo abril.

Y su mánager Edwin Rodríguez querrá estar ahí. Rodríguez se convirtió en el primer puertorriqueño en dirigir en las mayores cuando Fredi González fue despedido al promediar la pasada campaña y les llevó a un récord de 46-46.

Vital para ello será el desempeño del campocorto Hanley Ramírez. Cualquiera estaría contento con batear para .300 con 21 jonrones como lo hizo el dominicano, pero este es un caso diferente.

La campaña de 2010 fue una floja para los estándares de Ramírez, que el año previo había ganado el título de bateo con 42 puntos porcentuales de más.

Tras la partida del intermedista Dan Uggla, canjeado a Atlanta en el receso, Ramírez Ramírez estará más obligado que nunca a subir su producción.

El nuevo intermedista será el venezolano Omar Infante, obtenido en la transacción por Uggla. Gaby Sánchez, cuyas 85 remolcadas lideraron a los novatos de la Nacional, cumplió en la inicial. Matt Domínguez deberá demostrar que puede al recibir la asignación en la tercera base.

Si Domínguez no pasa el examen, Infante o el jardinero Chris Coghlan irían a la antesala y el dominicano Emilio Bonifacio pasará a la intermedia.

Coghlan, el Novato del Año en 2009 cuya campaña fue cortada en julio por una lesión en la rodilla, pasa del bosque izquierdo al central.

Mike Stanton, quien pegó 22 jonrones tras debutar el 8 de junio, custodiará la esquina derecha. Logan Morrison, otro que va para su segundo año, se desempeñará en el izquierdo tras batear para .283 en 63 juegos.

Una importante adición será la del catcher John Buck, procedente de Toronto, tras una campaña en la que fijó marcas personales en jonrones (20) e impulsadas (66). Pero su principal aporte será con la experiencia que ofrecerá a los lanzadores.

Buck también se reencontrará con el cerrador dominicano Leo Núñez, ya que ambos fueron compañeros en Kansas City. Núñez se anotó 30 rescates, pero sus ocho malogrados le dejaron segundo en las mayores. Los Marlins también adquirieron varios relevistas para reforzar el bullpen, entre ellos el venezolano Edward Mujica.
Fuente:MLB

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