martes, 22 de marzo de 2011

MLB 2011:Radiografia de los equipos(3)


Cincinnati
Dusty Baker puede recitar los nombres de jugadores que se embarcaron con sus rivales de división, los Carlos Peña y Matt Garza en Chicago, los Zack Greinke y Shaun Marcum en Milwaukee.

¿Y que pasó con los Rojos de Cincinnati, el equipo que busca revalidar el título en la Central de la Liga Nacional? Pues casi nada y la verdad que eso fue para bien.

Los Rojos no se aventuraron en la agencia libre durante el receso y pusieron énfasis en gastar el dinero en mantener lo más intacto posible al equipo.

Invirtieron más de 150 millones de dólares al pactar renovaciones con los lanzadores Johnny Cueto y Bronson Arroyo, el jardinero Jay Bruce y el primera base Joey Votto, éste último el vigente Jugador Más Valioso.

Para Baker estos son tiempos placenteros al encontrarse con un superávit de pitchers abridores y una alineación que vuelve casi sin cambios, luego que el año pasado pusieron fin a una racha de 15 temporadas seguidas sin clasificarse a la postemporada.

"Nadie se quedó con los brazos cruzados", declaró Baker sobre los movimientos que hicieron sus adversarios. "Nosotros tampoco. Lo que hemos hecho es asegurar gente que creemos que a largo plazo irán adquiriendo experiencia y con el tiempo serán mejores".

El gerente Walt Jocketty abrevió la lógica de las renovaciones como un mero esfuerzo para amarrar al talentoso núcleo joven que han formado en la última década.

"Para el equipo, nos permite cierta seguridad en el manejo de las finanzas de nuestra nómina hacia futuro. Es clave tener a estos jugadores que son fundamentales".

Es algo prudente para una franquicia que compite en un mercado de nivel medio en las Grandes Ligas, sin los infinitos recursos que tienen los clubes de Nueva York, Los Angeles y Boston, por ejemplo.

Y también es una novedad que sean tan precavidos, lo cual dice mucho del potencial que tienen estos Rojos.

Ahora, el desafío es demostrar que pueden mantenerse en lo alto después de nueve campañas seguidas con más derrotas que victorias, su peor racha en medio siglo.

Cincinnati sorprendió al ganar su división, quizás con cierta ayuda de sus oponentes. San Luis se derrumbó en agosto, mientras que los Cachorros de Chicago lo hicieron de entrada.

La aventura en los playoffs, sin embargo, fue corta, al ser barridos por los Filis de Filadelfia en la primera ronda.

Donde pintan fuerte es en la rotación, con demasiada gente para cinco puestos.

Los derechos Edinson Vólquez, Cueto y Arroyo fueron los abridores en la serie contra los Filis y llenan las tres primeras plazas.

Baker anunció que Vólquez, a quien le tocó perder en el partido sin hits que tiró Roy Halladay, se encargará del juego inaugural

Homer Bailey, Mike Leake y Travis Wood pujaban por las otras dos plazas. Wood asomaba con mejores posibilidades por ser el único zurdo.

¿Y Aroldis Chapman? El plan con respecto al fenómeno cubano, que el año pasado llegó a tirar una recta que alcanzó las 105 millas, es regular su uso con cuidado y por ahora trabajará en el bullpen.

Con 34 años, Arroyo es el más veterano de todos. Los demás oscilan entre los 23 de Chapman y los 27 de Vólquez.

El dominicano Francisco Cordero será el cerrador. Si bien se anotó 40 rescates, hay inquietud ante la cifra de ocho oportunidades malogradas, el doble con respecto al año previo.

Los lanzadores de los Rojos tienen como mejor aliado una ofensiva que el año pasado encabezó el Viejo Circuito en carreras anotadas, promedio de bateo y jonrones.

Votto (.324, 37 jonrones y 113 remolcadas) es el indiscutido estandarte, luego de una sensacional campaña en la que encabezó la Nacional en slugging y embasado.

El único cambio importante fue la salida del campocorto colombiano Orlando Cabrera. Paul Janish y el también colombiano Edgar Rentería, el Más Valioso de la Serie Mundial con los Gigantes de San Francisco, se repartirán las funciones de torpedero. Janish tiene un gran guante, pero su ofensiva deja mucho que desear.

Se habla mucho del ataque, pero un factor que fue esencial en el progreso de los Rojos fue el desempeño de su defensa, segunda en la Nacional en porcentaje de fildeo. El antesalista Scott Rolen y el intermedista Brandon Phillips ganaron Guantes de Oro.

De izquierda a derecha, el trío de jardineros conformado por Jonny Gomes (86 remolcadas), Drew Stubbs (22 jonrones y 30 robos) y Jay Bruce (25 cuadrangulares) no encandila, pero hace el trabajo.

Los Rojos retuvieron al receptor venezolano Ramón Hernández para repetir la fórmula de compartir con Ryan Hanigan el trabajo detrás del plato.

Este es un equipo que sin lugar a dudas va en alza. Su favoritismo para repetir la corona de división está más que justificado, pero dependen que sus jóvenes lanzadores mantengan el aplomo.
Houston
Carlos Lee fue el más sorprendido cuando el manager de los Astros de Houston lo visitó en su Panamá natal durante el receso en las Grandes Ligas.

"No sabía que me quisiera tanto", bromeó Lee sobre la visita de Brad Mills. "Es algo con un gran significado para mí. Te hace sentir parte de los grandes ... Pasamos un buen rato. Estuvo 50 horas (y) hablamos de béisbol durante 52".

En un equipo completamente renovado, el jardinero izquierdo panameño de 34 años viene a ser un líder de vital importancia, además de su cuarto bate.

Aparte de conocer mejor a uno de sus dirigidos, el propósito de Mills fue estimular a un Lee que viene de un año flojo para sus estándares.

Su promedio fue de .246, disparó 25 jonrones y remolcó 89 carreras, la primera vez en cuatro años en la que el "Caballo" no logró batear por encima de .300 o producir al menos 100 anotaciones.

Cuarto en la Central de la Liga Nacional con marca de 76-86, Houston fue un equipo de dos caras en 2010: horrible en la primera mitad y promisorio en la segunda.

Arrancaron con un 17-34 en el primer año de Mills como piloto, pero después decidieron abrir el compás para su talento joven, desprendiéndose de su as Roy Oswalt y del artillero Lance Berkman antes de la fecha límite para hacer canjes.

Inesperadamente, con cuatro novatos como titulares en la alineación, los Astros moldearon una foja de 59-52 después del 1 de junio, la segunda mejor de su división a partir de esa fecha.

Ahora vienen iguales, salvo con las incorporaciones de un par de veteranos infielders, el intermedista Bill Hall y el torpedero Clint Barmes.

"El trabajo que hicieron a partir de junio fue excelente y con mucho éxito", destacó Mills al referirse a las fichas en ascenso, como el tercera base Chris Johnson, el inicialista Brett Wallace y el catcher Jason Castro. "Se dieron cuenta de lo que son capaces y ahora pueden crecer más con el convencimiento de que pueden repetirlo".

Johnson fue el más destacado de los novatos al pegar 11 jonrones y producir 52 carreras, además de liderar el equipo con su promedio de .308 al subir a las mayores en junio.

Si hay un aspecto en el que los Astros se empeñan en mejorar para 2011 es su ofensiva, cuyos 108 jonrones el año pasado fueron la menor cantidad en el Viejo Circuito y la segunda peor de las mayores tras los 101 de Seattle.

También penaron entre los peores en casi todo, desde carreras anotadas hasta porcentaje de embasado. Fueron los últimos en bases por bolas entre todos los 30 equipos con 415. Tome nota que Berkman, pese a que vio acción en 85 con el uniforme antes de ser canjeado a los Yanquis, acabó como el primero en pasaportes con 60.

Por algo es que sus dirigentes predican que recibir más pasaportes será clave para lograr un repunte.

"Es importantísimo", comentó Mike Barnett, el nuevo coach de bateo. "Hay que saberlo hacer. No es cuestión de dejar pasar lanzamientos. En mi opinión, los boletos y el porcentaje de embasado son el resultado de saber lo que haces al ir a batear, entender tus puntos fuertes. Si haces eso, entonces pueden subir tus números de boletos".

Aquí es donde puede incidir Michael Bourn, el jardinero central que es el primero al bate y que recibió 59 transferencias el año pasado. Lee y Hunter Pence, el tercero al bate y guardabosque derecho, se combinaron para 88 boletos entre los dos.

Bourn lideró la liga con sus 52 robos, pero apenas anotó 85 veces.

Será raro comenzar una campaña sin Oswalt y podría decirse que por primera vez en una década carecen de un as de jerarquía, dejando una percepción que sus abridores no están al mismo nivel que los de sus competidores dentro de la división.

Pero la rotación exhibe dos cartas sólidas en el zurdo dominicano Wandy Rodríguez y el derecho Brett Myers, seguidos por J.A. Happ, Bud Norris y casi seguramente Nelson Figueroa.

Rodríguez (11-12) ganó ocho de sus últimas 10 decisiones y cerró con 13 salidas de calidad, algo que ningún lanzador de los Astros había conseguido desde las 15 de Mike Scott entre 1986/87. Además, su efectividad de 2.03 en sus últimas 18 aperturas encabezó la liga desde el 24 de junio. Myers, en tanto, viene de su mejor campaña en las mayores (14-8, 3.14).

Con el canje de Matt Lindstrom (23 rescates) a los Rockies, Brandon Lyon (20 salvados, 3.12) queda como el cerrador dentro del bullpen. Atentos al nicaragüense Wilton López (2.96 en 68 apariciones), quien se ha convertido en un gran descubrimiento tras haber sido adquirido de la lista de transferibles en 2009. López no permite muchas amenazas cuando le toca lanzar y eso se nota con su 1.06 de WHIP, la estadística que mide el promedio de corredores que se le embasan por inning.

Milwaukee
Los Cerveceros de Milwaukee ya no tienen excusas.

¿Que la rotación sólo tenía a Yovani Gallardo como carta sólida? Pues aquí se les presenta al enigmático Zack Greinke --con un Cy Young a cuestas-- tras un canje con Kansas City. Otro intercambio permitió la adquisición de Shaun Marcum desde Toronto.

Un equipo que siempre ha dependido del bateo largo ahora presume de tres abridores que hace un año fueron los protagonistas de juegos inaugurales con sus respectivos equipos.

Prince Fielder está al umbral de la agencia libre, así que el primera base tendrá toda la motivación para acumular los números con los que su agente Scott Boras saldrá a pedir un abultado contrato.

Tras clasificarse a los playoffs en 2008, los Cerveceros no volvieron a hacer ruido bajo la dirección del conservador Ken Macha.

Ahora llega Ron Roenicke, un novato como manager. Su aprendizaje fue durante 11 años con los Angelinos de Los Angeles, al lado de Mike Scioscia.

En los papeles, se encuentra con una situación ideal: talento en su apogeo y pocas complicaciones en cuanto a posiciones por definir.

Ryan Braun, Corey Hart y Rickie Weeks son los socios de Fielder, un combo en el que ninguno falló en sacudir por lo menos 25 jonrones el año pasado.

"Sabe muy bien que tiene una gran oportunidad aquí, y no la va a desaprovechar", dijo Mark Attanasio, el ambicioso dueño de los Cerveceros al referirse a Roenicke.

"Mi expectativa es que este equipo está para ser campeón", destacó Roenicke. "Los movimientos que se hicieron durante el receso no fueron para conformarse con armar un buen equipo. Fueron para decirle a los demás: 'queremos ser ganadores'".

"Sé que es mi primer año como manager, pero lo que me dicen (Attanasio y el gerente general Doug Melvin) es que quieren ganar y no se puede pedir algo mejor que tener un equipo con los recursos para conseguirlo".

Y el mensaje fue explícito al dejar ir a valiosas jóvenes fichas, como el campocorto venezolano Alcides Escobar y el jardinero central Lorenzo Cain en la transacción por Greinke.

Roenicke se propone cambiar el estilo de un equipo que con Macha arriesgaba poco cuando embasaba corredores.

Su idea es calcar el molde los Angelinos, es decir jugar con un acoso sin respiro al rival.

Este método se ajusta a piezas como el dominicano Carlos Gómez, Hart, Weeks y Braun, todos con velocidad en las bases.

"Tenemos a cinco o seis tipos que saben correr. Nos van a querer ver", avisó Gómez, cuya seguridad como jardinero central titular se consolidó cuando el conjunto se desprendió de Cain.

Después de ganar el Cy Young, Greinke echó reversa al terminar con foja de 10-14 y 4.17 con un mediocre equipo de Kansas City. Sin paciencia para aguantar el progreso de una camada de prospectos, el derecho pidió ser transferido y su deseo fue cumplido.

Se suponía que el destino serían los Yanquis de Nueva York, pero los Cerveceros se adelantaron. A diferencia de la olla de presión que es la Gran Manzana, Milwaukee es un sitio apacible y con menos periodistas pendientes, lo cual es lo ideal para alguien que sufre de problemas de ansiedad social.

Su presencia permitirá al mexicano Gallardo (14-7, 3.84 y dos campañas seguidas con al menos 200 ponches) no sentirse abrumado por las exigencias de ser el as principal.

Marcum (13-8, 3.64) viene de lanzar en el Este de la Liga Americana, tal vez la división más dura de las mayores. Las otras dos plazas de la rotación estarán en manos de los zurdos Randy Wolf (13-12, 4.17) y Chris Narveson (12-9, 4.99).

El puesto de cerrador sigue en manos de John Axford, quien fue una auténtica revelación al conseguir 24 rescates en su año de novato. Estará bien rodeado con LaTroy Hawkins, Kameron Loe y Takashi Saito.

Braun, Hart y Gómez ofrecen un dinámico trío de jardineros. Gómez tiene que levantar su producción sí o sí (.247 de promedio en 2010) o de lo contrario podría perder su puesto.

El cubano Yuniesky Escobar (.259, 16 jonrones y 78 remolcadas) aterrizó en el mismo canje de Greinke. Será la novedad en un fuerte cuadro interior que completan Fielder (.261, 32, 83), el intermedista Weeks (le renovaron el contrato tras un año libre de lesiones) y el tercera base Casey McGehee (comprobó que su año de novato no fue obra de la casualidad al producir 104 carreras en su segunda campaña).

Jonathan Lucroy no desentonó al debutar con un curso de 74 juegos detrás de la receptoría, pero el equipo espera que suba algo más la producción.

Pittsburgh
Los Piratas fueron una vez el equipo que reinaba sobre las demás franquicias de Pittsburgh, el de Roberto Clemente, Bill Mazeroski, Willie Stargell y Barry Bonds.

Ahora, en 2011, la ciudad tiene en el olvido a sus Piratas, justificadamente avergonzada por 18 campañas sucesivas de más derrotas que victorias, la racha más larga en la historia de todos los deportes profesionales en Estados Unidos.

Por algo es que viven a la sombra de las franquicias de NFL (la más laureada en la historia del último Super Bowl) y hockey sobre hielo (campeones en 2009).

Lo peor es que vienen de un año que no pudo ser más abismal, uno de 105 reveses, y en el que completaron la Triple Corona que nadie quiere: últimos en bateo, pitcheo y defensa en la Liga Nacional. Sólo los Piratas de 1952 (42-112) perdieron más juegos en la era moderna del béisbol.

¿Algún atisbo de que este marasmo acabará? ¿Luz al final del túnel?

Pues sí, la hay. La aparición de valores como el antesalista Pedro Alvarez, los jardineros José Tábata y Andrew McCutchen y el intermedista Neil Walker podría cambiar las cosas a mediano plazo.

La cuestión es que todos ellos y varios más prospectos en las menores sigan en una espiral de alza, y luego saberlos retener.

El constante problema de los Piratas desde que Barry Bonds se fue a San Francisco, tras llevarles a la postemporada en 1992, es que han producido nuevas figuras que luego han tenido que transferir al no contar con el dinero para ofrecerles contratos jugosos.

Más terrible es que, en líneas generales, los traspasos de gente como Jason Bay, Brian Giles, Jason Schmidt y Aramis Ramírez son vistos como malos negocios.

En fin, no siempre se puede estar en la lona.

El dueño Bob Nutting declaró que la campaña del año pasado fue inaceptable y se comprometió en modificar el modus operandi

"Es fundamental que ellos (los jugadores) entiendan que 2011 no será un año en el que una pequeña mejora es lo adecuado", dijo Nutting al relatar el mensaje que pronunció al iniciar la pretemporada. "Hasta que salgamos campeones de la Liga Nacional, no vamos a quedar satisfechos con avances modestos".

Los Piratas confían que la llegada del nuevo manager Clint Hurdle pueda ser la inyección de adrenalina que los sacuda de su letargo.

Hurdle fue el piloto de los Rockies de Colorado que alcanzaron la Serie Mundial de 2007 y el año pasado hizo de coach de bateo de los Rangers de Texas, los campeones de la Liga Americana.

"No me cabe duda que cada individuo que estuvo antes que yo los últimos 18 años tuvo las mejores intenciones, quiso cambiar", dijo Hurdle. "A veces son cosas inoportunas, en muchas es cuestión de talento. Ahora mismo, yo creo que tenemos una combinación de varios factores que se están amalgando en el momento perfecto".

Si la idea de Hurdle es dar el giro de 180 grados en la Central de la Liga Nacional y emular a Tampa Bay, Detroit y Cincinnati, otros que salieron del pozo, el elemento clave está en menos de gente como el dominicano Alvarez, la segunda selección del 'draft' de 2008.

Su debut el año pasado generó un nivel de entusiasmo que no se veía desde la era de Bonds, y respondió con 16 jonrones y 64 impulsadas en 347 turnos.

También está el jardinero central McCutchen, quien viene de una campaña con .286 de promedio, 16 jonrones y 33 robos como primero al bate.

Walker (.296 con 66 producidas) y Tábata (.400 de slugging y 93 hits en la segunda mitad) cumplieron alentadoras campañas como novatos.

El veterano Lyle Overbay (20 jonrones y 67 producidas) llega procedente de Toronto para cubrir a la inicial y robustecer la frágil defensa en el cuadro interior, que se completa con el campocorto venezolano Ronny Cedeño (.256 y 38 remolcadas).

La presencia de Overbay permite que Garrett Jones pase al bosque derecho, donde se alternaría con Díaz. Jones ha acumulado dos campañas seguidas con al menos 20 jonrones.

También se repartirá el tiempo detrás del plato entre Ryan Doumit y Chris Snyder.

Pero el lastre está en la rotación, la peor en prácticamente todo en 2010 y sin nadie que logró una efectividad abajo de 4.00.

El zurdo Paul Maholm fue el líder con nueve victorias. Ross Ohlendorf registró la mejor efectividad (4.07), pero apenas ganó un juego. James McDonald, Kevin Correia y Charlie Morton completan el quinteto. De todos, McDonald (3.52 de efectividad en 11 aperturas tras llegar de los Dodgers) es quien tiene más potencial.

Joel Hanrahan será el cerrador, con Evan Meek como su preparador.

Si bien no volverán a perder 100 partidos, los Piratas difícilmente evitarán quedar últimos por quinto año seguido. Pero lo importante es dar los primeros pasos hacia un futuro mejor.

San Luis

Los deseos de Albert Pujols de tener un buen año antes de explorar la agencia libre tal vez no alcancen a los Cardenales de San Luis para volver a los playoffs, ahora que se quedaron sin los servicios de Adam Wainwright.

Deseosos de reinvindicarse tras un 2010 en el que ganaron 86 juegos, pero acabaron fuera de los playoffs por su incapacidad de derrotar a los más débiles de su división, los Cardenales se relamían con su rotación de abridores, una que el año pasado lideró el circuito con una efectividad de 3.50.

Su coach de pitcheo Dave Duncan llegó a decir que la calidad de la rotación era tanta que no se podía catalogar a ninguno de sus integrantes como un cuarto o quinto.

Pero todos los planes quedaron alterados cuando se confirmó la lesión en el codo derecho de Wainwright, dejándole fuera toda la campaña al tener que someterse a una cirugía Cy Young.

Su baja dejó al equipo de Tony LaRussa -- en su 16ta campaña al frente -- sin alguien que ganó 20 juegos el año pasado y segundo en la votación al Cy Young de la Liga Nacional.

Y la alarma fue mayor cuando Chris Carpenter, el otro as, empezó a acusar problemas musculares en la pierna izquierda. Pero todo quedó en susto y Carpenter (16-9 y 3.22 de efectividad en 2010) fue confirmado para abrir el juego inaugural.

Hay un antecedente que no presagia nada alentador. Cuando Carpenter estuvo lesionado en 2007 y '08, los Cardenales trastabillaron en la Central de la Nacional.

San Luis ha tenido que recomponer su quinteto abridor. Carpenter --Cy Young en 2005-- será el baluarte, seguido por el mexicano Jaime García, Jake Westbrook, Kyle Lohse y Kyle McClellan, éste último el que tomará el lugar dejado vacante por Wainwright.

No deja de ser una rotación que infunde respeto, a pesar del fuerte impacto de no poder contar con el 1-2, entre Wainwright y Carpenter. El zurdo García (13-8, 2.70) fue tercero en la votación al Novato del Año.

"Hemos perdido un as", dijo el gerente John Mozeliak. "Esos no se reemplazan de un día para el otro. Pero podemos decir que aún tenemos a cuatro pitchers de calidad, no es que nos quedamos sin balas".

El resto del engranaje permaneció casi intacto, con un núcleo de veteranos encabezado por el dominicano Pujols, un futuro miembro del Salón de la Fama.

Lo malo es que no pudieron alcanzar un acuerdo con su primera base antes de iniciar la pretemporada, con lo que se abre el compás para dejar el único club en su carrera.

Pujols es el único pelotero en la historia con al menos 30 jonrones en sus primeras diez temporadas y en todas ellas tiene como mínimo 100 carreras remolcadas.

"Ya lo saqué de mi mente. Hace dos o tres semanas, ni bien me presenté aquí", dijo Pujols sobre el tema de las negociaciones para una extensión que no se dio. "Estoy jugando béisbol y eso es todo. Jugar al béisbol. Estoy entusiasmado por volver a jugar".

San Luis, obviamente, necesita otro año fenomenal de parte de Pujols. La inminente agencia libre sencillamente otorga más motivación para alguien que en 2010 lideró la liga con 42 jonrones y 118 impulsadas.

Se supone que las adquisiciones de Lance Berkman para el jardín derecho y del campocorto Ryan Theriot mejorarán puntos débiles.

Pujols se entusiasma sobre todo con Berkman, un bateador ambidiestro del cual considera debe aportar la profundidad en el orden ofensivo que los Cardenales adolecieron en 2010.

A sus 35 años, Berkman viene de su peor campaña con el bate (.248), algo atizado por una dolencia en la rodilla izquierda.

Berkman, quien cuenta con seis campañas de 100 impulsadas, bateará como quinto en el orden, detrás de Pujols y el jardinero izquierdo Matt Holliday (.312 y 103 remolcadas).

"Tenemos un gran equipo y el objetivo es ganar un campeonato este año", dijo Pujols.

El gran desafío es acentuar las oportunidades de remolque para Pujols y Holliday.

Aquí es donde el intermedista Skip Schumaker y el guardabosque central Colby Rasmus, los dos primeros al bate, tendrán que poner consistencia en su promedio de embasado. El de Schumaker, por ejemplo, fue de apenas .328. Rasmus, con un .361, es un jugador que promete.

El tercera base David Freese (.296), el receptor boricua Yadier Molina (ganó su tercer Guante de Oro seguido) y Theriot son los que vienen después de los tres grandes pilares en el medio.

En cuanto al bullpen, Ryan Franklin es una garantía como cerrador (27 rescates en 29 oportunidades). Mitchell Boggs, Jason Motte, Trevor Miller y el mexicano Fernando Salas serán sus soportes.

La baja de Wainwright y el ascenso de los Rojos de Cincinnati, actuales campeones de la división, hacen cotizar a baja las posibilidades de los Cardenales.

Cleveland
Cuando se trata de un equipo muy limitado en presupuesto, como es el caso de los Indios de Cleveland, la lesión de un bastión puede tener un efecto desastroso. ¿Se imagina si hay más de uno?

Cuando Carlos Santana y Grady Sizemore cayeron por lesiones en las rodillas, el andamiaje del equipo dirigido por el manager dominicano Manny Acta se derrumbó.

El resultado fue inevitable. Cleveland terminó en un muy distante cuarto lugar en la Central de la Liga Americana, a 25 juegos de los campeones Mellizos de Minnesota.

Mientras tres rivales de división (Detroit, Chicago y Minnesota) tienen nóminas abultadas, los Indios se las arreglan como pueden.

Es una situación a la cual Acta está acostumbrado, ya que le tocó vivirla con los Nacionales de Washington, su primera experiencia como piloto en las mayores.

"Yo creo que debemos entender que no todos vamos a tener la oportunidad de dirigir un equipo de un mercado grande o un equipo que tenga un presupuesto por encima de los 100 millones de dólares", declaró Acta. "A mí me gustan los retos. Es mi segundo. Me gusta la situación aquí, trabajo para una gente maravillosa. Me siento orgullo de poder ser uno de los 30 tipos que dirigen en las Grandes Ligas".

Para seguir subiendo escalones, la Tribu precisa que tanto el jardinero central Sizemore como el receptor dominicano Santana estén al ciento por ciento.

Ambos serán vitales para la producción ofensiva de un conjunto que el año pasado quedó en el puesto 26 en carreras anotadas en las mayores.

Sizemore recién comenzó a entrenarse y existen dudas que pueda estar listo para el arranque de la campaña. En cinco temporadas, a partir del 2005, se ha mantenido entre los mejores peloteros de la Liga Americana al promediar 25 jonrones, 26 robos, 37 dobletes y 108 carreras anotadas. Después de dos campañas estropeadas por dolencias, Sizemore necesita demostrar su valía para que los Indios se inclinen a ejercer una opción de 8,5 millones de dólares para 2012.

Santana ya insinuaba su talento hasta que una colisión en el plato le paró en seco a comienzos de agosto. Bateaba para .260 con seis jonrones y 22 remolcadas en 46 juegos.

También perdieron por 50 juegos al infielder venezolano Asdrúbal Cabrera.

Acta no oculta que las lesiones golpearon fuerte: "Afectó un mundo, principalmente la de Grady porque es el jugador franquicia de nuestro equipo no solamente ofensivamente, sino defensivamente", dijo el manager.

El otro faro luminoso de los Indios lo da el jardinero derecho Shin-Soo Choo, quien silenciosamente bateó para .300 con 22 jonrones y 90 producidas.

Y hasta aquí lo destacable.

Más allá del derecho Fausto Carmona, la rotación abridora no inspira confianza. El dominicano se recuperó de un 2009 en el que fue a las menores para pulir su mecánica y ganó 13 juegos. Fue confirmado para estar en el montículo en el partido inaugural.

Justin Masterson y Mitch Talbot son los otros con plazas aseguradas, mientras que el prometedor venezolano Carlos Carrasco --de buen trabajo en el pasado septiembre-- era el favorito para la cuarta. Una larga lista de opciones, entre ellos el venezolano Jeanmar Gómez, se peleaban la quinta.

Acta resaltó el factor que su joven grupo de lanzadores logró acumular la cuarta efectividad más baja de la Liga Americana durante la segunda mitad.

El relevo podría ser el mejor de la división. Chris Pérez se anotó 23 rescates y su efectividad de 1.71 fue la segunda más baja de la liga. Con 25 años, se convirtió en el pitcher más joven en la historia de la franquicia con 20 rescates y tiene excelentes preparadores en el dominicano Rafael Pérez y Tony Sipp.

Los principales refuerzos no tienen nada de extraordinarios. El colombiano Orlando Cabrera, un veterano de 36 años que quema sus últimos cartuchos, llega para jugar en la segunda base, posición totalmente nueva para él.

También se fichó a Austin Kears para cumplir rigores de suplencia en los jardines, donde el otro titular es Michael Brantley (.246 en 72 partidos) en el izquierdo.

Los Indios deben mejorar su trabajo defensivo, sobre todo en el cuadro interior donde se cometieron 72 de los 110 errores del equipo.

Matt LaPorta estará en la primera base con la obligación de mostrar que puede producir tras un magro promedio de .211 con 41 impulsadas en su primer año completo.

Jason Donald (.253) será de momento el antesalista mientras se espera por el arribo del prospecto Lonnie Chisenhall.

Los Indios son un equipo en plena renovación, que quizás requiere un par de años para que se convierta en un candidato.

Fuente:MLB



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