RENTON -- El réferi Bill Leavy admitió haber cometido errores en la derrota de los Seattle Seahawks en el Super Bowl XL frente a los Pittsburgh Steelers.
Holmgren tuvo mucho que decirle a Leavy (127)Leavy, de visita en Seattle para sesiones de interpretación de reglas con la prensa, sacó el tema sin que se le preguntara.
"Fue duro para mí. Me equivoqué en dos llamadas en el último cuarto y tuve impacto en el juego, y eso es algo que como árbitro nunca quieres hacer", declaró Leavy, un veterano de 15 campañas en la NFL y dos Super Bowls.
Leavy dijo que el partido Steelers-Seahawks "me ha dejado con muchas noches de insomnio. Pienso en eso constantemente. Me iré a la tumba deseando haberlo hecho mejor".
Hubo varias llamadas controversiales que perjudicaron a los Seahawks, en su derrota por 21-0 en el partido disputado en Detroit, la única aparición de Seattle en un Super Bowl.
Leavy no especificó cuales fueron las jugadas en las que falló ese día, y la NFL no quiso agregar más datos.
"Los comentarios personales de Bill hablan por sí mismos", declaró Greg Aiello, vocero de la liga. "No vemos razones para añadir más".
Temprano en el último cuarto, el tackle ofensivo Sean Locklear fue castigado por sujetar, en un pase completo que habría puesto a los Seahawks en la yarda 1 de Pittsburgh, en posición para anotar el touchdown que habría enviado a Seattle al frente en el marcador.
Luego de la penalidad, el mariscal Matt Hasselbeck lanzó una intercepción, e inmediatamente después fue castigado por bloqueo bajo durante el regreso.
Esa nueva penalidad movió a los Steelers desde su yarda 29 hasta la 44. Pittsburgh aprovechó la posición de campo, para anotar el touchdown definitivo cuatro jugadas más tarde.
Al día siguiente, el entonces entrenador en jefe de los Seahawks, Mike Holmgren, dijo a los aficionados en Seattle: "Yo sabía que sería duro jugar en contra de los Steelers. No sabía que además íbamos a tener que jugar en contra de los tipos con camisas rayadas".
Holmgren, ahora presidente de los Cleveland Browns, dijo que ya ha superado ese partido.
Pero Leavy no.
"Sé que hice lo mejor que pude, pero no fue suficiente", dijo Leavy, un oficial de policía retirado. "Los errores son algo con lo que los árbitros debemos lidiar. Pero es más difícil cuando tienes que lidiar con ello en un Super Bowl".
Hasselbeck reveló que el año pasado habló con Leavy del partido.
"Pienso que todos los oficiales de la NFL son hombres íntegros, y Leavy no es diferente", dijo Hasselbeck.
El receptor abierto Bobby Engram, quien pasó ocho temporadas en Seattle y ahora está con los Browns, señaló que los Seahawks no estaban jugando su mejor partido ese día, lo cual fue agravado por las malas llamadas.
"Pero siento lástima por Leavy", concluyó Engram. "Los réferis se esfuerzan mucho y yo respeto lo que hacen. No es un trabajo fácil. Es un juego rápido, con muchos tipos grandotes volando por ahí. Fue desafortunado que tuviera un mal partido en un Super Bowl".
Fuente:Espn.
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