lunes, 20 de septiembre de 2010

Alexi Ogando llegó para quedarse


ANAHEIM - Hace un año, Alexi Ogando estaba en su casa en la República Dominicana. Había terminado la temporada de la Liga de Verano, aún no empezaba el béisbol invernal y el lanzador quisqueyano todavía no podía viajar a Estados Unidos.

Al preguntársele específicamente qué estaba haciendo hace un año, Ogando simplemente dice, "Nada".

Ahora, un año después, el derecho está tirando en Grandes Ligas con una efectividad espectacular, en un equipo que está a punto de llegar a playoffs por primera vez desde 1999. Ya no tiene problemas de visado.

"Cuando pienso en lo lejos que he llegado, es una bendición de Dios", dijo Ogando.

"El Mago" se está convirtiendo en una pieza cada vez más importante en el bullpen de los Rangers. Su compatriota, el veterano Frank Francisco, sigue en la lista de lesionados con dolores en las costillas, y aumenta las posibilidades de que no esté disponible para la postemporada.

Darren Oliver y Darren O'Day siguen como los principales preparadores del octavo inning para el cerrador dominicano Neftalí Feliz, pero se espera que Ogando tenga un rol importante cuando comiencen los playoffs. Su efectividad de 1.26 es la mejor de Grandes Ligas y la mejor en la historia de los Rangers entre los pitchers con 30 innings lanzados o más en una temporada.

Sin dudas, los brazos de poder son cruciales en la postemporada, y el de Ogando está ahí mismo con el de su compatriota Feliz. Y se le dice "El Mago" porque tiene la habilidad de esconder la bola antes de tirar. Y claro, cuando combina una recta impresionante con un slider venenoso, es un verdadero peligro para la oposición.



"Tira a 99 millas por hora", dijo Oliver. "Es difícil encontrar a los lanzadores así."

Después de lograr por fin que Ogando llegara a Estados Unidos, parecía que el diestro necesitaría dos o tres años de desarrollo en liga menor antes de hacer un impacto en Grandes Ligas. Pero resulta que nada más hizo falta que lanzara dos meses y medio con Triple-A Oklahoma City antes de que los Rangers lo vieran preparado para subir al equipo grande."

"Tiene una rara combinación de velocidad y una forma única en su movimiento en la lomita", dijo el coach de pitcheo de Texas, Mike Maddux. "También esconde bien la bola. No se ve intimidado en ninguna situación. Ha hecho el ajuste a Grandes Ligas bastante rápido."

El manager de los Rangers, Ron Washington, dijo que hay una razón por la que Ogando puede tirar a 99 millas por hora con ese estilo tan poco visto.

"Ya llegó aquí con fortaleza mental", dijo Washington. "Para pasar por lo que él pasó, tienes que desarrollar una fortaleza mental. Creo que ni se da cuenta de que está en Grandes Ligas."

Claro que lo sabe. Es que eso no lo altera, no después de estar prohibido de Estados Unidos al encontrarse en un escándalo de fraude de visas con matrimonios falsos, problema que afectó a varios peloteros jóvenes de la República Dominicana.

"No creo que haya sido difícil", dijo Ogando. "Siempre tuve esto en mente. A través de todo mi trabajo, pude visualizar esto. No lo demostré, pero sí estaba nervioso al principio. Pero desde entonces me he puesto más cómodo.

"Siempre he pensado que el béisbol es el mismo juego donde sea que he jugado", continuó el lanzador. "Una vez que tengas la experiencia aquí, es como otro juego de pelota."

Lo difícil fue llegar. Los Atléticos lo firmaron como jardinero, pero en el invierno del 2004-05, se le pagó US$3,000 para que se casara con una mujer y se la llevara a Estados Unidos para los entrenamientos de primavera. Fue un fraude, y después del 9/11, Estados Unidos castigó duro dicha maniobra. Ogando y el lanzador quisqueyano Omar Beltré, también de los Rangers, fueron atrapados en dicha operación.

A Ogando se le negó la entrada a Estados Unidos y se pasó el 2005 como jardinero en la Liga de Verano (Dominican Summer League) con la organización de Oakland. Allí lo vio A.J. Preller, un escucha de los Rangers, que también vio la tremenda fuerza en el brazo de Ogando.

Los Atléticos, al ver que Ogando lo podía entrar a Estados Unidos, decidieron dejarlo desprotegido en la Regla 5 de liga menor. Preller vio una oportunidad y los Rangers lo seleccionaron en diciembre del 2005, con la idea de convertirlo en pitcher.

"Al principio estaba un poco renuente", dijo Ogando. "Tuve que pensarlo un poco. Pero sabía que iba a estar (en Dominicana) por un buen tiempo debido a mi situación, entonces decidí trabajar mucho en eso, a ver qué pasaba."

Su brazo eléctrico fue todo un éxito en la Liga de Verano en R.D. Él y Beltré se encontraban dominando fácilmente a muchachos con cinco o seis años menos. Sus números eran impresionantes, pero los Rangers sólo podían soñar con lo que podían ser hasta que pudieran entrar a Estados Unidos.

Por fin eso se logró con un grupo de personas que incluyó a Charisse Espinosa, una abogada/agente en la República Dominicana y el gerente general asistente de los Rangers, Thad Levine. Ellos resolvieron el tema con el Departamento de Estado de EE.UU. A cambio de un compromiso serio con crear conciencia acerca del tráfico humano y el servicio a la comunidad, Ogando y Beltré recibieron visas para viajar a Estados Unidos. El primero se ha convertido en un lanzador en ascenso en Grandes Ligas, más rápido de lo que todos pensaban-menos el mismo Ogando.

"Es todo lo que había soñado", dijo el derecho.

El sueño podría ponerse mejor en las próximas semanas. Los Rangers van a playoffs y Ogando, prácticamente olvidado por muchos en la organización hace poco, podría estar lanzando en el mayor escenario posible. Los Rangers creen que él puede manejarlo y no lo pensarán dos veces a la hora de utilizarlo en dicho escenario.

Fuente:MLB.

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