LeBron James va de regreso a Ohio para su primer partido en la NBA desde que a mediados de año se fue a jugar con Florida.
Y James no recibirá el otrora trato preferencial.
"Va a ser 10 veces peor que cuando Carlos Boozer volvió", comparó Drew Gooden, de los Bucks de Milwaukee, que jugó cuatro temporadas en Cleveland. "Creo que 20.000 aficionados van a tener jaqueca de tanto abuchear".
De hecho, los seguidores de Cleveland harán lo posible que James los oiga. Pero los Cavaliers quieren tener la seguridad de que eso es todo lo que hagan.
Para garantizar la seguridad de jugadores y aficionados, y atenuar la preocupación por posibles problemas, el equipo está reforzando la vigilancia dentro y fuera de la arena Quicken Loans para el retorno de James con el Heat de Miami el jueves.
Ese partido es ansiosamente aguardado por los seguidores de Cleveland desde julio cuando el dos veces Jugador Más Valioso de la liga hizo el famoso anuncio de que había decidido jugar con el Heat.
James dijo el viernes en Miami que ya comenzó a figurarse su regreso.
"Va a ser un ambiente verdaderamente hostil, lo sé", admitió antes del encuentro del Heat con los visitantes 76ers de Filadelfia. "Va a ser muy intenso".
Sin embargo, no anda preocupado. El Heat ha participado en la planeación de algunas cuestiones de seguridad en relación con el partido, y James tiene una idea de lo que le espera esa noche.
"No estoy preocupado en absoluto", aseguró James. "La liga es una buena liga y hacen todo lo que pueden para que nosotros los jugadores y los aficionados pasen un gran momento en esos partidos. Vamos a ir allá para tratar de ganar. Pero al mismo tiempo, sé que será muy hostil".
El vocero de los Cavaliers, Tad Carper, dijo que el equipo desea "hacer que la gente se sienta segura de venir al juego", y que eso incluye a James.
Habrá policías uniformados y encubiertos cerca de la banca de Miami y en el túnel que comunica con el vestuario de los visitantes. En lugar de ofrecer cerveza en botellas de plástico, los vendedores pondrán la bebida en vasos para evitar que usen los envases como proyectiles.
En el 2001, los aficionados de Cleveland bombardearon el terreno de juego en el estadio de los Browns con miles de botellas de plástico -algunas llenas de líquido- luego de una decisión controversial de los árbitros en el partido que perdieron ante Jacksonville.
El vocero de la NBA, Tim Frank, afirmó que la liga no hace declaraciones sobre asuntos de seguridad.
Fuente:AP
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